ORIGEN DE MAMEY


El mamey es nativo de las Antillas y del norte de América del Sur. Fue registrado cerca de Darién, Panamá en 1514, y en 1529 se incluyó por Oviedo en su revisión de los frutos del Nuevo Mundo. Se ha cultivado como un espécimen en invernaderos ingleses desde 1735.Crece bien en las Bermudas y es Comúnmente y es comúnmente cultivado en las Bahamas y la Antillas Mayores y Menores. 

Por si fuera poco, el mamey tiene un alto contenido de vitamina A, fundamental en cuanto a la formación y mantenimiento de la piel, el pelo y las membranas de las mucosas. 

Entre sus beneficios están que promueve el crecimiento de los huesos, y ayuda a tener una vista sana. 

Además, contiene altas cantidades de vitamina C, nutrimento de efectos antioxidantes, lo que lo hace fundamental para la cicatrización, formación del colágeno y reparación de cartílagos, huesos y dientes. Su color anaranjado es por la cantidad de carotenos que contiene, estos antioxidantes son esenciales para nuestra salud ya que protegen las células y mejoran el sistema inmune del cuerpo humano. 

Muchos años atrás esta fruta tenía barios usos además del culinario sus semillas, hechas polvo junto con otras partes del árbol y fruto, se usaban como insecticida natural, que se le daba uso para la eliminación de pulgas.

Respecto a la medicina tradicional, el mamey se usaba para eliminar la diarrea y tratar problemas digestivos en general, así infecciones en los ojos y en el cuero cabelludo.  

Para disfrutarlo lo mejor es comerlo cuando es su temporada, que empieza en febrero y termina las primeras semanas de julio. Una forma rica para incluirlo en la dieta es en licuados, ya que gracias a su textura proporciona a una untuosidad única pero también funciona genial en postres como el mousse cuya receta les compartimos.

0 comentarios:

Publicar un comentario